Al lector de estas historias le espera una revelación sin otra clemencia que la necesaria dosis de un humor dosificado con una mano maestra: triángulos amorosos, amigos traicioneros, mujeres capaces de trastornar al más ecuánime. Cada historia se complementa y enriquece con la que sigue, hasta llegar al diálogo final que cierra este ciclo creado con un estilo inconfundible y sin complacencia alguna. Ésta es una colección de cuentos articulados a partir del sentido de pertenencia a una región, más que a un país. Es decir, de la condición humana que escapa a las fronteras, esas "marcas de tinta china creadas por la diplomacia".